jueves, 28 de julio de 2011

Cómo pesa el amor

Les dejo un poema de Gioconda Belli



Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como la luna
apenas clara entre las luciérnagas.
Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.
Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora

como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
como pesa el amor
endurecido.

Gioconda Belli

13 comentarios:

Clitemesstra dijo...

Este poema es maravilloso porque te toca desde que lo empiezas a leer, :)

Anónimo dijo...

Felicito a la autora de este "Cómo pesa el amor", y a ti, por supuesto, por la generosa entrega a tus lectores.
Un hermanado abrazo.

Sol dijo...

Mi mañe amiga, gracias por tu amistad,... me mata Gioconda mucho!!!!, besitos

ludobit dijo...

hola clitemesstra. gracias por pasar por mi blog. me parece buena idea que reunas poemas selectos en tu blog. te seguire. un abrazo.

Mixha Zizek dijo...

Me encanta Gioconda, besos

una chica de ojos marrones dijo...

es una preciosidad...
gracias por compartirlo...

David Cotos dijo...

que gran verdad .... el doloroso retorno a la sonrisa.

Yurena Guillén dijo...

Como bien dices, hay algo que te arrastra desde el inicio. Fantástico.

Saludos.

Yurena Guillén dijo...

Como bien dices, hay algo que te arrastra desde el inicio. Fantástico.

Saludos.

julia rubiera dijo...

gracias dulce poeta por dejarme la estela hacía tu bella morada donde habitan bellas letras,sin esperar ser molestia me quedo en ella, un besin de esta asturiana admiradora.

ChAnd dijo...

Clitemesstra, qué bello poema de la Belli. Su poesía en general posee una gran fuerza erótica, y sin embargo, aquí se presenta mucho más sutil, tocando las alas de eso que es o queremos creer que es el amor...

Gracias por más... y he de seguirte.

Anónimo dijo...

Encantador poema...tema inagotable.
Saludos desde mi isla.

Carlota Gauna dijo...

Mujer, siempre mujer, mujer de nácar, de abecedarios insolentes, de contornos definidos y frutos en el vientre...Mujer que creyó en la vida y se entregó por completo a desmitificar los credos y se tornó insolente mediadora de otras mujeres que, como ella, viven apasionadas por un amor de carne y hueso, y es concreta y auténtica hasta la médula de su eterno femenino. Como ella, a veces caemos y como ella nos levantamos, transitando un doloroso retorno a la sonrisa, llevando a cuestas por la irrenunciable senda el peso del amor no correspondido.